Getsemaní

16 de junio de 2010

Horizonte prisionero,
de una cárcel de cemento.
No pierdo oportunidad
para buscarte…

Y te encuentro.
En la escollera
de los Olivos:
Corrí, me escapé.

Contra un Árbol esquelético,
golpeaban las olas.
Contra mi Cuerpo desnudo,
lágrimas de felicidad.

¡Adiós al cuello blanco
y a mi portafolio!
¡Adiós a los reparos
que exprimen el alma!

Sin correa,
en libertad;
vestido de río,
vestido de sal.

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