en el catre de madera;
gemidos a lágrima viva
de autocompasión rastrera.
Nevó y quemaste carbón,
para afeitarte en primavera;
sellando tu pérfido destino,
de la Rueda a la escalera.
Herido de muerte,
por obra de tus manos;
cultivando la esperanza
de un sueño abortado.
Y de espaldas orgulloso,
desafiando al Creador;
y con ociosa abulia:
canoso, usurero, pecador.
gemidos a lágrima viva
de autocompasión rastrera.
Nevó y quemaste carbón,
para afeitarte en primavera;
sellando tu pérfido destino,
de la Rueda a la escalera.
Herido de muerte,
por obra de tus manos;
cultivando la esperanza
de un sueño abortado.
Y de espaldas orgulloso,
desafiando al Creador;
y con ociosa abulia:
canoso, usurero, pecador.
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